Si decimos que hemos hecho una ruta de 12 kms. y
un desnivel de subida acumulado de 675 m. y que hemos echado 9 horas !!!!!!!!,
podría parecer que hemos ido a la pata coja pero no, no ha sido el caso.
Así fue la
historia de esta “ rutita “.
Le tocó la
hora al Jarastepar, el saber que se pasaba por fincas privadas me tenía ya de
años atrás con la mosca tras la oreja, pero visto que todos nuestros conocidos
han subido menos nosotros y visto fotos del lugar, me decidí de una vez. Nada
más ni nada menos que cuatro traks llevábamos, toda una locura. Con un
esplendoroso día, día de los que te joden las fotos por haber tantísima luz,
dejamos el coche en el aparcamiento disponible desde donde empieza la ruta
homologada de Las Eras que pasa por los Riscos de Júzcar junto al cortijo
Herrero. A las 11.20 horas empezamos la
subida por el sendero de la Eras, por un marcado sendero avanzamos hasta que en
unos 20 m. lo abandonamos para emergernos por donde mismo discurre uno de
nuestros traks, avanzamos por un paso de cabras entre matorrales donde sobre
todo abundan las retamas y matagallos, a nuestra derecha llevamos el torcal de
los Riscos de Júzcar, en más de una ocasión teníamos que dar media vuelta
porque los pasos se cerraban. Eso sí, andábamos encerrados entre bonitas
formaciones calizas. De aquella manera salimos de la encrucijada donde
andábamos metidos saliendo a campo abierto y llegando a lo que en su día era
una Era. Ante nosotros teníamos a la vista dirección norte un bonito cerro a
los que los mapas no dan nombre y que lo dejamos para la vuelta por si da
tiempo. Toca andar por un mar de piedra kárstica, saltábamos de piedra en
piedra, dos traks llevamos al paso por esta zona y nosotros en medio de los
dos, manda narices !!!!, así llegamos al primer cerro de día, Bolinas ( 1426
m.) al que terminamos subiendo pegados a una valla. Desde se veía aquí toda la
meseta kárstica de esta sierra Oreganal. Desde el mismo cerro saltamos una
valla para dirigirnos a cerro Redondo, por un horroroso terreno bajamos del
Bolinas y subimos a este otro ( 1396 m.) y toca bajar, vaya tela marinera, había que pasar con extrema
precaución por unos afilados cuchillos, después de pasarlas un “ poco “ canutas
llegamos después de casi tres horas andando llegamos a un piso firme, eso sí, salvando piedras y cojines de monjas. En una
leve subida estamos en el vértice geodésico del Jarastepar( 1427 M.). Tenía yo
entendido que era el punto más alto de esta sierra pero de eso nada. Aquí
paramos para comer con un viento frío. Las vistas en sus 360 grados eran impresionantes,
Torrecilla, Hachos de Montejaque y de Gaucin, sierra de los Pinos, Ventana, Gibraltar,
Crestellina, Sierra Bermeja, y como no, la Palmitera que a día de hoy nos sigue
teniendo en ascuas.
Abrigados
con todo lo que llevábamos iniciamos la marcha dirección sur campo a través,
decidimos subir al punto más alto de esta sierra donde curiosamente este cerro
no tiene nombre, en medio trepada llegamos a Él y lo bautizamos como cerro
Oreganal ( 1431 m.), espectacular vista sobre el Cancho Almola, desde aquí ya
veíamos ese bonito cerro que nos topamos al inicio, otra bajadita muy mona nos
toca, pasamos por una preciosa dolina que nos llevará a un rincón de esos de
los que te gustaría quedarte un buen rato. Y como no subimos a dicho cerro para
acabar la jornada de subidas, otra bonita estampa desde aquí arriba ( 1333 m.)
al que bautizamos con el nombre de cerro de los Riscos por estar por
encima de los Riscos de Júzcar. Ya solo
nos queda el descenso que suponíamos iba a ser un paseo, de eso nada de nada.
Conforme íbamos perdiendo altura empezamos a adentrarnos en un MARAVILLOSO
torcal, eso sí, lo que se suponía iba a ser un pateo bastante definido, fue a
tramos lo contrario, las retamas sobre todo y más matorrales tenían cerrado el
paso en muchos sitios a lo que se unían las piedras que se movían. pero, qué espectáculo ¡¡¡¡¡¡, encajonados en un torcal
donde cuando te fijabas en las siluetas de las calizas veías figuras,
paredones, oquedades, como si del Torcal
de Antequera se tratara. Mirábamos el gps y daba la sensación de que no
avanzábamos, allí dentro el calor pegaba de lo lindo y para colmo el dichoso
solecito te impedía hacer fotos, seguíamos en un laberinto de piedras y
matorral, seguían los pateos cortados y teníamos que improvisar pero la
majestuosidad del entorno es lo que te hacía sobrevivir. Estábamos más agotados
psicológicamente que físicamente, no podías dejar de mirar adonde pisabas si no
querías pegártela. Llegamos al sendero de las Eras, al ser homologado creíamos
que todo estaría más limpio, y una leche !!!!!!!!, hay zonas que el matorral se
está comiendo el sendero, las balizas apenas se ven. Es vergonzoso el estado de
dejadez en que se encuentra. Volvimos a toparnos con el sendero del inicio y
así en 10 m. llegamos al coche.
Nueve horas
de rutita, 70 % de ella sobre terreno kárstico y el resto sobre camino de
cabras en el mejor de los casos.
Ruta muy
técnica y no la aconsejo para aquellas personas que no estén acostumbradas a
moverse por terreno kárstico, no podemos considerarla como una clásica ruta de
senderismo.
Aaaaahhhhh por cierto, que a nadie se le ocurra entrar
aquí sin gps, es MUY fácil perderse, a menos que se conozca la zona.
Ya estamos a
tan solo 10 cimas de llegar a las 500
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