DEDICATORIA

Quisiera hacer mención a aquellas personas de las que son parte de este blog, de las que tanto he aprendido en el mundo de la montaña…

A mi AMIGO “Manue” que fue el que me dio el primer empujoncito haciéndome mapas y croquis en hojas de papel (aun yo no tenía internet) todos las semanas le pedía consejo de dónde ir, así durante años y a día de hoy aún le sigo consultando, qué difícil es escucharle decir “ahí no he subido".

A Antonio Muñoz del cual aprendí, digamos que casi todo, fue quien me enseñó la sierra de las Nieves, a conocer sus rincones, a conocer los nombres de las montañas y con quien me estrené en Sierra Nevada.

A Valeriano, nunca he conocido a nadie como ÉL, cómo saber moverse sin mapa, sin GPS, no le hace falta ningún sendero y llega a una cima en línea recta, a día de hoy las rutas de ir como cabras le llamo “ruta de Valeriano”.

Y como no, me falta Javier, el Mariscal de las Montañas , el saber Estar , la paciencia , sabe leer un track como nadie , y el que a base de cabezonería logró convencerme de comprarme un GPS , y ponerme al día con su funcionamiento y al que sigo dando la tabarra una y otra vez.

También agradecer a Rafael Flores su interés cada vez que le pido un track o le hago alguna pregunta, siempre me ha respondido, con la curiosidad de que no nos conocemos personalmente aunque hace ya unos 7 años nos presentaron el Pilar de Tolox y como no a mi último colaborador en proporcionarme nuevas rutas, Juan I. Amador, rey del Jurásico

Y acabar, como no, con mi inseparable compañera Inma con la que llevo hechas a día de hoy 502 cimas distintas de 17 provincias diferentes y una de Francia. Y LAS QUE NOS QUEDAN, seguramente sin ella no habría hecho ni la mitad de la montaña que llevo, imposible encontrar a acompañante mejor.

Y lo mejor de todo que me ha dado la MONTAÑA es haber conocido a tan buena gente del Grupo de Montaña de Estepona , de La Bota Viajera de Málaga, del Grupo los 13 de San Roque y del Comando Preston.

viernes, 29 de noviembre de 2019

2019 - MORRÓN DE CATENA Y MORRÓN DEL HACHO

Vamos a por nuestra cima 500, para ello nos desplazamos a la localidad de Moclín, en el poniente granadino, precioso el enclave donde se encuentra con su espectacular castillo justo encima del pueblo. Estamos en la sierra de En medio. La ruta supuestamente tiene dos partes la primera de subir a las cimas y la segunda un “paseíto” por el encajonamiento del río Velillos. Empezamos a 5 grados y buscando el punto más alto de la ruta por un bonito sendero, en 1 km. Llegamos a una pista que es la que divide nuestros dos destinos de subida. Nos colamos en un olivar la subida se empina muy mucho, nos encontramos con una persona que estaba quitando yerbajos alrededor de los olivos (posiblemente el dueño), muy amablemente nos dijo que íbamos por mal camino que la subida al Morrón de Catena estaba muy cerrada y era casi imposible de llegar y nos aconsejo ir por la que sería la bajada, pero para no perder la costumbre y ya que estábamos allí probaríamos la aventurita, le agradecimos el consejo y tiramos “to parriba” una vez dejamos atrás el olivar como podemos entre zarzas y arbustos por todos lados nos introducimos en un espeso bosque de pinos, para colmo era terreno kárstico, tenías que ir pendiente de donde pisabas y de que las ramas no te saltaron ojo y para colmo la subida era muy pendiente, pero aún con todos estos añadidos íbamos a gustito, después de casi tres cuartos  hora de tortura nos encontramos en la base de nuestro destino. El Morrón de Catena ( 1304 m.) fue el que hizo el honor de que fuera nuestra cima 500!!!!, hechas en casi 8 años, en 17 provincias de España más una de Francia. Las vistas eran una delicia, desde la Maroma hasta sierra Arana, toda la cordal de Sierra Nevada, el día estaba esplendoroso. Después de cumplido nuestro particular reto iniciamos la bajada a lo tío “cipote” hasta encontrarnos con unos hitos y unas vereditas que nos llevaron a alcanzar de nuevo  la pista, eso sí la bajada estaba  más arriba de donde la soltamos al subir. Ahora sí vamos por sendero para subir al Morrón del Hacho, esta subida aunque era empinada era más corta, llegamos a la cima (1254 m.) donde se encuentra una bonita caseta de vigilancia. Mágico lugar, esta cima del Hacho. Iniciamos la bajada por un cortafuegos que nos llevaría al coche teniendo de frente en todo momento la magnífica vista de Moclín, toda una postal. Aprovechamos que pasamos por el coche y comimos. Y nos queda el “paseíto” por el río, iniciamos cruzando el pueblo una brusca bajada por un amplio sendero , hasta que vemos que el trak se nos cuela por una barranquera para cortar camino, como nos aburría tanto sendero nos colamos por aquí, por donde no pasan ni las cabras, vaya bajadita, total que nos metimos en un “embolao” de mil demonios y a falta de dos horas de de que se fuera el sol y como no sabíamos lo que nos íbamos a encontrar dimos media vuelta y dimos una vueltecita por el pueblo.
En tan solo 11 kms. hicimos 848 m. de desnivel de subida, que ya va bien y para poner fin a este histórico día en la vuelta por la carretera vimos unos de esos atardeceres que no se olvidan


































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