Terminamos este dichoso año como lo empezamos, en Jaén, nos vamos con la idea de ver las peñas de Castro, sus oquedades, pinturas rupestres y cueva Secreta. A las 9.15 vamos al inicio de la ruta con cero grados, sorpresa !!!! Justo a la entrada una barrera con el cartel de propiedad privada y prohibido el paso. Decidimos pasar por si veíamos a alguien para pedir permiso, nos encontramos con una gran casa y dos coches aparcados, no vimos alma alguna y lo más curioso ni siquiera un perro, podíamos haber pasado y nadie se hubiera enterado pero el problema es que la vuelta del trak también pasaba por allí, así que marcha atrás y al coche, menos mal que llevaba un as bajo la manga y justo antes de salir de Málaga se me ocurrió cargar dos traks del Jabalcuz que el inicio está a cinco minutos en coche . Desde la urbanización Bellavista salimos a 800 m. de altura, eran ya las 10.45 horas, iniciamos una fuerte pendiente hacia el cordel del Jabalcuz por un marcado sendero, a nuestra derecha tenemos al cerro Fuente de la Peña, los Morteros, la bonita cresta del Diablo, y el cerro la Vicaría. Llegamos a una pista, pero nosotros decidimos introducirnos por medio de un bonito bosque de pinos que nos irá acortando el camino, eso sí, el ascenso se hacía más duro por la pendiente, la tierra estaba completamente helada, los bastones no clavaban. Una vez llegamos al puerto de Aire, (el nombre no se lo pusieron por gusto) ya no solo el fuerte viento incomodaba sino el terrorífico frío que hacía. Desde aquí enlazamos con una enorme pista que nos subiría a la cima del Jabalcuz (1618 m.), el punto más alto de Jaén capital donde una caseta de vigilancia adornaba su cima, al igual que un bastón junto a un buzón y una aceitera adornados con lazos e imágenes religiosas. Jamás he pasado tanto frío en una montaña, no había manera de quitarte los guantes para echar fotos, las manos se petrificaban. Comimos en la cara Oeste de la caseta ya que Eolo soplaba de Levante. Eran sobre las dos de la tarde una pena no poder disfrutar con las vistas que nos regala esta montaña, al norte la Cresta del Diablo y Jaén, al sur la Pandera, al este Torre del Campo y Torredonjimeno y al oeste en lontananza se muestra en todo su apogeo Sierra Nevada, delante de ella el majestuoso Aznaitin y las cumbres de los dos miles de sierra Mágina. Salimos de allí como alma que se lleva el diablo, creía que los dedos de las manos se iban a partir de un momento a otro, llevábamos las manos aún con los guantes metidas en los bolsillos de los plumones, creo que jamás hemos bajado tan rápido de una cima. Hasta ahora la verdad la ruta nos parecía bastante soseta. Justo antes de llegar al puerto del Aire, cogimos dirección este el sendero del Pincho, un senderito que pasa bajo los farallones del Jabalcuz y al otro lado un barranco con muchísima pendiente, Esto ya era otra cosa, conforme avanzábamos se hacía más y más y bonito, abajo y muy a lo lejos veíamos el coche aparcado, de frente las vistas sobre sierra Nevada y sierra Mágina engalanaban aún más el camino, aquí el aire paró, pero el frió no, seguíamos con todo puesto pero por lo menos te podías quitar los guantes para echar alguna foto. El sendero está formado por una gran cantidad de zigzagueos. Cipreses, pinos y cedros daban un encanto muy especial al recorrido. Hubo un tramo que a nuestra derecha teníamos una enorme pedrera y notamos un leve desprendimientos de piedras que nos hizo quedarnos con la mosca tras la oreja. La vuelta estaba siendo todo lo contario que la ida de la ruta, entretenida y bonita, eso sí muy cómoda, al haber tantos zig zags, apenas se notaba la bajada y eso que teníamos que perder 700 metros de altura para llegar al coche. A las 17.30 llegamos al final de la ruta de 15 kms. Y 850 m. de desnivel de subida.
Desde la Palmitera no hemos hecho ruta de las nuestras, las rodillas ya están empezando a atrofiarse, esto no puede ser !!!!!!!




































 
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