Y otra vez
salimos del confinamiento perimetral de Málaga capital. Y como tampoco tenemos
muchos lugares por elegir, nos vamos a Mi queridísima sierra de Camarolos, para
seguir con la tradición de estos 3 años atrás, la volvemos a visitar en el mes
de febrero y seguir buscando sus más
íntimos rincones. Nos vamos a Villanueva del Rosario. Desde el Puerto de la
Madera ( 990 m.) a las 9.30 horas con un fuerte viento de Levante nos dirigimos
por la pista en subida, con el majestuoso Chamizo de frente hasta el Llano del
Hondonero desde donde vamos a subir a la Cueva del Chamizo , sin ton ni son del
tirón empezamos a subir, cuánto tiempo !!!! sin pisar caliza, que gozada !!!!!,
la subida fue muy vertical buscando los mejores pasos , después de 4 semanas de
“paseítos” por los montes de Málaga las rodillas empezaban a engrasarse otra
vez, constantes trepadas, eso sí,
fáciles para las personas acostumbradas a andar por este tipo de terreno. Pura
diversión, a las 11.15 horas estábamos en esta preciosa oquedad, allí nos
deleitamos media horita. Continuamos la subida hacia la cara sur de esta gran
mole, seguimos casi a cuatro patas hasta que llegamos a los 1500 metros, en
menos de 3 horas ya habíamos superado 600 metros de desnivel de subida, si
hubiéramos seguido subiendo la cresta podíamos haber alcanzado la cima pero no
estaba en nuestro guión de hoy. Bajo nosotros y con fortísimo viento tenemos el
puerto de los Perdigones donde vamos hacia una bonita dolina bajo el puerto,
según algún que otro mapa me sale dibujada una laguna, pero de eso debe de
hacer ya bastantes años, Continuamos sobre mapa, ya que aquí no tenemos traks
ni hay ninguno en wikiloc . Aunque llevamos el camino muy estudiado nunca te
puedes fiar. Nos metemos en una especie de valle por llamarlo así donde no hay
rastro humano alguno, excepto el de los
cabreros. Nos topamos con una erguida torre caliza que según los mapas son 1459
m. es decir más alto que la Cruz de Camarolos, me recordaba al Tavizna, un gran
rebaño de ovejas pastaban tranquilamente hasta que nos vieron y huyeron
despavoridas y eso que intentamos esquivarlas. Una inmensa dolina, como un
campo de fútbol pasamos, seguimos el solemne paseo, no quería que acabara
nunca, la Maroma sobresalía sobre el mar de nubes, donde no llegaban era a los imponentes tajos
del Río Sabar. Sobre las dos de la tarde salimos de este mágico lugar y nos
unimos al paso que dos años atrás fuimos
con Isabel, Julio y Paco. Ya en zona más alta vuelve a aparecer Eolo con furia por momentos.
Vamos dirección este con la idea de bajar a Sierra Prieta, llegamos a empezar a
bajar por un amplio sendero, eran las 16
horas, teníamos que bajar a la cota 1200 metros y después subir a los 1277 m. de esta pequeña sierra y
volver y como no, llegar al coche, no
teníamos ganas de carreras así que nos dimos la vuelta y nos dimos por
satisfecho con lo que hicimos,, la bajada fue por una de las clásicas de esta
sierra que de forma circular nos devuelve al tajo de la Madera, a las 18 horas.
En tan solo 13 kms. de ruta han sido 890 metros de desnivel de subida.
De momento volvemos a la medio-normalidad
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