Nueve meses después volvemos a la Hoya de la Mora. Viernes a las 14 horas, día inusual, pero vaya gustazo ver tan poquita gente. El día como ya esperábamos era amenazador de lluvia pero con poco riesgo. A 13 grados empezamos la caminata con el objetivo de realizar la crestería completa de los tajos de Campanario ( sobre 4 kms.) del cual tan solo nos faltaba un tramo por conocer. Bajamos al barranco San Juan por detrás del Mojón del Trigo, pasamos por la cabecera de Piedra Resbaladiza hasta buscar entre medio un laberinto de grandes moles de piedra el Atalayón Grande, donde comienza la crestería. Estamos sobre los Tajos de las Chorreras Negras, si no me equivoco hay aparte de ésta dos Chorreras Negras más en Sierra Nevada. Todo un lujazo visual el que nos ofrecía este bonito mirador natural, que tan poca gente conoce. La cordal desde el Veleta hasta el Mojón Alto, entre medio la sinuosa silueta de la cresta de la Loma del Lanchar que nace por encima de la Vereda de la Estrella y muere en Beta Grande. Estamos a 2445 m. bajo nosotros 600 metros más abajo se encuentra Verea Loca. Empezamos a subir por la cresta a veces por encima otra veces más abajo, es uno de estos sitios que no se debe de ir deprisa, hay que saborear cada paso que se da, estas vistas no las tenemos en cualquier ruta, pasamos por cornisas que te quitan el hipo no apta para gente con vértigo. Conforme nos acercábamos al final el tiempo empeoraba, Veleta, Machos, Mulhacen y Alcazaba desaparecieron, fueron absorbidas por las nubes, nosotros decidimos seguir hasta el final . A las 19.15 horas estábamos en el monumento a Susana con fuerte viento, aún así nos asomamos hasta la entrada de la bajada al Veredón Inferior donde estuvimos sentado 15 minutos contemplando los buenos recuerdos que nos traen estas vistas sobre el corral del Veleta y la subidita a Beta Grande la cual la subimos al pasado año dos veces.
Bajamos al barranco San Juan aún con algunos neveros que lo hace un lugar más mágico de lo que es, arroyos por todos lados. El viento seguía arreciando de lo lindo, estuvimos un buen rato dentro del barranco sacando fotos del agua que pasa por debajo de los neveros. El día seguía encapotado pero aún no cayó ni una gota de agua, cuando ya estamos a punto del salir del barranco San Juan sale el sol, de repente cambiaron los colores de todo nuestro alrededor, el Veleta apareció con raro tono rojizo, el mismo color que cogieron las aguas que bajan del San Juan, el sol estaba a punto de irse, íbamos bajando de vuelta hacia la Hoya de la Mora y tuvimos uno de esas puestas de sol de las que no se te olvidan. Aquí hemos tenido ya decenas de puestas de sol a cual más bonita, pero como esta no recuerdo muchas, decenas de fotos que echamos, una vez se fue el sol el cielo se tiñó de un color rosa. Llegamos ya al coche con noche cerrada.
Ruta de 12 kms. y un desnivel de subida de 792 m.
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