Volvemos a una de nuestras tres “casas” que tenemos en la provincia de Granada, Sierra Arana, que es igual a auténtica Montaña. Es una sierra variopinta donde en el mismo trayecto te encuentras agrestes zonas, inmensas lomas, terreno kárstico y a la vez espectaculares cerros y peñones donde subir.
Nos vamos a la parte occidental que es la que nos queda. Pasando por el pueblo de Deifontes dejamos el coche en el Collado de la Cruz de la Atalaya cerca del área recreativa del mismo nombre. Iniciamos la caminata con viento y un día entre sol y nubes, dirección sur vamos por una comodísima pista, pasamos por el desvio que te lleva a la Torre de la Atalaya que dejaremos para la vuelta, en una curva a la izquierda nos metemos en el camino que te sube a la cueva del Agua. A la media hora dejamos la pista. Aquí cambia la ruta por completo. Tenemos un kilómetro y 500 metros de desnivel campo a través sin saber lo que nos vamos a encontrar para llegar a nuestro primer destino. Los primeros 300 metros fueron llevaderos ya que había bastante paso, eso sí, en algunos tramos casi hincamos los dientes. Conforme cogíamos altura el terreno se volvía más agreste hasta que nos topamos con unas formaciones kársticas que fuimos evitando. A la izquierda ya vemos el Peñón del Cuchillo. En este último tramo de subida hubo que utilizar las manos en alguna que otra ocasión pero nada nuevo para nosotros. Ya cerca de la cima el cielo se encapotó. Pasamos por algún que otro bunker derruido de la guerra civil. A las 13.15 horas estamos en el Calar del Marchante a 1651 m. Con una bestial panorámica de las sierras de Cogollos, Huétor y la misma Arana, así nos recibió esta primera cima. Dirección noreste tenemos nuestros siguientes destinos. Se notaba y mucho que por fin había llovido, la sierra estaba esplendorosa entre el verde la hierba y el blanco de las rocas kársticas. Bajamos del primer cerro, toca andar sin subir la mirada, ya que en este terreno no hay otra a menos que te la quieras pegar. Saltando de piedra en piedra llegamos a cerro Gordo (1705 m.), el cielo parecía que iba a reventar, seguíamos con las mismas vistas, Peñones de la Mata y Jorobado, el inconfundible Majalijar, Alto de la Buitrera y Orduña. Bajo cerro Gordo nos acobijamos del aire para comer. Continuamos la marcha dirección al último cerro del día, tenemos que volver a pasar zona kárstica así que otra vez mirada al suelo, en 20 minutos salimos del berenjenal y aterrizamos en un precioso prado que en una cómoda subida llegamos al punto más alto de la ruta, el cerro del Espino a 1755 metros. Eolo se embraveció y nos hizo de irnos pronto del lugar, una lástima, era para disfrutarlo. Iniciamos la bajada hacia el idílico collado del Espino, aquí cambiamos el rumbo dirección norte por un sendero !!!!!!!!, sí, un sendero donde a unos 200 metros del collado nos encontramos el nacimiento de agua Fuente del Espino . En la bajada sin duda alguna tenemos las más escalofriantes vistas del día, los majestuosos peñones del Cuchillo, peñón Grande, el señorial peñón del Asno y el de Espantabellacos, indescriptible estampa la que vamos a saborear en gran parte de la bajada. Llegamos al camino de la Cueva del Agua. Tocan unos 4 kms. de bajada, a la izquierda tenemos el barranco de la Vieja y a la derecha los peñones ya referidos y bajo ellos el barranco de Cañada Larga que será por donde subiremos en nuestra siguiente visita a esta sierra para ascender a los peñones que podamos y visitar la cueva del Agua. Una vez abajo fuimos a la torre medieval de la Atalaya del siglo XIV que está restaurada con una magnifica vista a todo su alrededor y una magnífica perspectiva de por donde subimos. A las 19 horas llegamos al coche aún con Eolo enfurecido.
Han sido 14 kms. de ruta y 860 metros de desnivel de subida.
Como siempre y si no me equivoco son ya ocho rutas por esta sierra, nos volvemos a ir un con gran sabor de boca.
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