Y llegó el día, cuatro años llevaba pendiente de hacer esta ruta que por la distancia la dejaba para la primavera, ruta que a pesar de ser en Sierra Mágina no es de la más conocidas, eso sí creo que pocas más bonita que ésta habrá.
A las 11 horas partimos dos kms. más arriba del área recreativa de Cuadros en la localidad de Bedmar (Jaén) dirección sur en unos 100 metros cambiamos el rumbo hacia el oeste hasta toparnos con los restos del cortijo la Majá de los Chuchos ante nosotros ya tenemos a la vista, al este la mole del Carluco que nos iba a acompañar en toda la subida y al sur la cordal de Mágina con nieve en sus cumbres. Vamos avanzando por un marcado sendero que nos introduce en el barranco del Mosquito. Nos metemos en un zigzagueante ascenso dentro de un espeso bosque de pinos y majestuosas encinas centenarias, así anduvimos un buen rato, a las 14.15 salimos del espeso bosque ya con 600 metros de desnivel sobre las espaldas, las vistas se van haciendo más y más hermosas. Aquí se acaba el sendero, toca la cojonera subida final, en 600 metros quedan por superar unos 350 metros campo a través entre piedras, coscojas y matorral bajo de todas las especias el cual hay que ir sorteando. Una hora después con los pulmones a punto de estallar estamos en la cima del Montazo a 1603 metros, no caben adjetivos para describir tales vistas desde este casi desconocido cerro eso sí quizás el mejor enclavado en esta maravillosa sierra. Estamos sin lugar a dudas en el corazón de Sierra Mágina, rodeados de montaña por los cuatro puntos cardinales, al norte tenemos la bonita Sierrezuela de Bedmar, al este los Morros de Camaramarila, al oeste el Cárceles, Monteagudo, cerro de En medio, al norte la Peña, cubierta de nieve y al noroeste la cordal de Mágina. No se puede pedir más al momento, colorido fascinante el que disfrutaban nuestros ojos desde el blanco de la nieve de las altas cumbres, el verdor de todo el entorno, el azul del cielo junto a los blancos nubarrones. Este fue el privilegio que nos otorgó tan dura subida. Como no, aquí paramos para comer y estirar las piernas. Iniciamos la bajada de este inolvidable Montazo dirección sur donde aún queda algún que otro resto de la nieve caída hace tres días, loma abajo vemos unas sobresalientes montículos rocosos llamados Peña de las Hoyas, ahora nos dirigimos al noreste pasando por unos hermosos prados donde manaba el agua por todos lados. Llegamos al refugio del Caño de Aguadero, cortijo de piedra en perfecto estado que sin duda alguna era para cobijar a animales, enclavado en un hermoso paraje. Bajo éste se encuentra el Caño del Aguadero, fuente rodeada de chopos donde era una obligación parar. Queda la bajada, que la iniciamos por el Camino del Puerto de la Herradura, serán sobre 7 kms.lo que nos quede. El maltrecho tobillo de Inma nos hizo de ir más despacio y menos mal que íbamos por una comodísima pista pero daba igual las vistas seguían siendo impresionantes, ahora llevamos a lo que fue nuestro destino a la izquierda y veíamos perfectamente el perfil de por donde subimos. Ya solo de mirarlo te cansabas. Aún en pie nos encontramos un muñeco de nieve. Antes de pasar bajo los Morros de la Camaramarila llegamos al cruce que te lleva al Hoyo de la Laguna y a la vez a Bélmez de la Moraleda. Ahora cogemos un sendero a la izquierda, no era muy recomendable dado de cómo Inma iba con su tobillo pero la pista daba una inmensa vuelta. Nos metimos en la Cañada de Santa María, en un espeso pinar por un claro sendero hasta que llegamos a una barranquera donde un caos de piedras hace que tengamos que tirar de gps para salir de allí. Volvimos a la pista y apareció “un ángel” que nos recogió en un todoterreno y nos quitó al menos los dos últimos kms. y hubo un tobillo que se lo agradeció de por vida.
Soberbia ruta la realizada este sábado 9 de abril, de las que no se olvidan. 17 kilómetros y 1050 metros de desnivel de subida.
Inolvidable
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