Seguimos por tierras del Santo Reino, en esta ocasión le toca el turno a la Sierra de Cazorla, volvemos a donde mismo nos estrenamos en esta sierra seis años atrás, al maravilloso barranco de la Escaleruela, para hacer la otra parte de la ruta que nos quedó en la anterior visita. Vamos a esta ruta sin estudio alguno ya que la cambiamos sobre la marcha. A las 10.10 horas empezamos a adentrarnos en el barranco, que buena pinta tiene está toda la entrada limpia, vemos que han puesto una vía ferrata, que diferencia !!!!, iniciamos la subida por las escaleras esculpidas en la roca, por encima nuestra hay un grupo colgado en la vía sobre los imponentes paredones. Nos recibe con la boca abierta una serpiente medio aletargada aún. Íbamos cogiendo altura poco a poco disfrutando de este espectacular entorno, a pesar del desnivel se subía cómodamente y no como en la primera vez que vinimos , nos costó muy mucho ir dando con los pasos ya que estaba todo el camino bastante perdido. En una hora estábamos fuera del barranco, a pesar de conocerlo ha sido una gozada volver a pasar por aquí. Nos metemos en un denso pinar y cogemos dirección norte para buscar nuestro primer destino, en una hora dejamos el sendero para en dirección oeste campo a través llegar a uno de los nombres más terroríficos o desagradables, el Niño sin Brazos, es un puntal a 1474 m. donde al mirar al abismo se te hiela sangre, el lugar sin duda era para recrearse, volvemos sobre nuestros pasos para dirigirnos al puerto del Tejo ( 1563 m.) , donde las vistas son una pasada, campo a través vamos a coger una cresta que nos llevará a nuestro segundo destino, el Banderin ( 1639 m.) donde hay una caseta contra incendios en muy buen estado. Aquí paramos para comer deleitándonos con las exuberantes vistas, al sur el Gilillo, Cabañas, al noreste la sierra de las Villas, al este la Empanada. Después de comer retrocedemos para bajar por una vaguada dirección oeste. Ahora tocar subir al cerro de la Laguna, aquí empieza a complicarse la cosa, ante nosotros tenemos unos grandes bloques de rocas y matorrales que no te dejan apenas avanzar, de un lado a otro rebuscábamos por donde pasar, hasta que conseguimos salir del atolladero y salir a espacio abierto donde nos topamos con una piara de jabalíes, para ahuyentarlos les di alguna que otra voz, no son de fiar. En un espectacular entorno llegamos a la base del cerro, aún nos quedaba saber con qué tipo de bajada daríamos. Nos quedaron unos 10 metros de altura para alcanzar la cima pero cuando nos asomamos a la bajada se nos quitó las ganas de intentar subirla, ante nosotros tenemos un terreno totalmente al de la subida, muy vertical con piedras sueltas eso sí por lo menos podíamos ver por donde movernos al contrario que en la subida, culeando en alguna que otra ocasión conseguimos bajar hasta la pista, eran 16.50 horas, volvimos a pisar tierra firme. Paramos para descansar unos 15 minutos, seguimos ya por un sendero hacia el norte entre medio de un frondoso pinar que nos lleva hasta el lugar mágico de la ruta, la antigua casa forestal de Prado Redondo, todo los adjetivos sobre este lugar son pocos, una fuente con aguas cristalinas se encuentra en este idílico lugar. Seguíamos la marcha tranquilamente saboreando cada paso y es que el lugar no era para menos el tramo de bajada hasta la ermita es de las vueltas más disfrutonas que conozco. A las 18.50 horas llegamos al precioso entorno donde se encuentra la ermita de la Virgen de la Cabeza, tan solo quedan dos kilómetros y medio por carreta para llegar al coche.
Han sido 16 kms. y 860 metros de desnivel de subida, ruta totalmente recomendable excepto el cruzar el cerro la Laguna de este a oeste.
Con esta ruta hemos hecho la trilogía este año, dos rutas en cada sierra, las Villas, Segura y Cazorla
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