Justo un año después volvemos a la sierra de Grazalema, esta vez salimos desde los Llanos de la Matanza, en esta ocasión nos van a llevar a nosotros, bajo el mando de Ana y Manuel, poca gente conoce como ellos los más insospechados rincones de este parque natural. Comenzamos viendo lo que en su día fue el domen Patalagana, empezamos a subir remetidos entre farallones como mejor se podía para adentrarnos en los Lajares, por fin !!!!!!!!!! pisamos piedras. Llegamos a un collado bajo el cerro de los Lajares desde donde ya vemos los llanos del Republicano, el Reloj etc. etc. a continuación llegamos a un collado donde abajo en los llanos vemos los restos de la casa de la Gordilla . Entre vacas, toros toros y vacas vamos avanzando en dirección sur hasta llegar a una zona llamada la Breña, impresionante torcal que Manuel nos fue mostrando sus mágicos rincones y donde nos regodeamos casi una hora, seguimos dirección sur entre medio del torcal acompañados de encinas y más animalitos del campo, cabras, caballos y más vacas. Pasamos por la pila del Búho y a continuación bajamos para llegar por encima del cortijo de Núñez al cual no llegamos, esta tomado por los cochinos. Parada para comer, a todo esto llevamos un día de fuertes vientos y frío. Toca ascender, y para ello cambiamos rumbo al oeste, vaya subida más gratificante por la belleza del entorno, pasamos bajo el Cancho del Infierno. Llegamos a la bonita pila del Hoyo de la Plancha donde unas cuantas vacas le hacían la guardia. Continuamos hasta que llegamos al punto más alto del día (1092 m.) para coger dirección norte en la bajada que nos lleva al idílico entorno del cortijo del Mojón, es la segunda vez que pasamos por aquí y lo repetiría más veces, un grupo de terneros corretean por los llanos mientras nosotros nos recreamos en el entorno del cortijo, el cual está muy bien cuidado. Media hora después llegamos a otro de esos mágicos lugares que tiene este parque natural, los Llanos del Zurraque, aquí tenemos el cortijo del Zurraque, pilas y un gran pozo, avanzamos cómodamente por llanos adornados por encinas y quejigos, el sol se estaba yendo. Seguido pasamos por el Hoyo de la Matanza y nos metemos en los llanos del mismo nombre. En 40 minutos llegamos al coche con noche cerrada.
Ruta de 16 kms. y 590 metros de desnivel de subida.
Todo un lujazo la ruta que nos prepararon Ana y Manuel.
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