Dos días
después de la ruta del Cornón nos vamos a la bonita aldea de valle del Lago (
Asturias ) , teníamos ante nosotros la ruta más dura de las diseñadas para
estas vacaciones, el día amaneció con las nubes muy bajas y lloviendo,
esperamos un rato para ver que hacer, sobre las 11 dejó de llover y parecía
empezar a levantar, decidimos empezar caminando dirección al Lago del Valle lo
que en un principio sería lo último de la ruta, las cumbres donde nos
dirigíamos se empezaban a ver, al ser ya tarde tomamos la decisión de acortar
la ruta y dejar para otra ocasión la Peña la Chana, empezamos a ascender por la
derecha por el marcado sendero que te
lleva al lago, nos desviamos para buscar como llegar a enlazar con uno de los
traks, en un plis plas las nubes desaparecieron, ante nosotros aparecen una
imagen de “ película “ una bonita casa de piedra y tras ella las bonitas
siluetas de los picos los Esperones, seguimos en subida pasando una y otra vez
entre medio de vacas toros y mas vacas, llegamos a las Brañas de Murias Chongas
enclavadas en un espectacular valle, toda una gozada visual a la derecha las
grandes moles que forman la sierra de la Mortera y a la izquierda la Peña
Paredina que era nuestro último objetivo de la ruta, ya en el collado de la
Paredina nos percatamos por donde baja el trak, harto complicado, volvía a
bajar a la niebla y no podíamos ver por donde se pasaba ya que era sobre
piedra, aquí tuvimos el contratiempo de que se nos perdió el gps nuevo, nos
llevó media hora encontrarlo. Decidimos darle la vuelta a la Peña Paredina, las
vistas hacia Babia Alta ( León ) eran escalofriantes se amontonaban montañas y
más montañas, la subida empezaba a endurecerse, entramos en tierras leonesas,
ya vemos nuestros primeros objetivo Picos
Blancos y Cebolléu, cuanto más subíamos
más ganaban las vistas, llegamos a un collado donde se dividían ambas cimas,
empezamos por el más alto, la subida nos recordó a la de hacía dos días, Peña Penouta, por su dureza y por ir pegados a
la cresta, de nuevo las nubes avanzaban en nuestra dirección, fue llegar a la
cima y nos volvieron a envolver, iban y venían, cuando aclararon aprovechamos para echarnos las fotos, desde
Picos Blancos ( 2064 m. ) la belleza de las vistas era casi insuperable,
después de disfrutar de tan memorables vistas volvemos al collado subiendo al Cebolleú esta vez sí en fácil
subida retomamos tierras asturianas, en la cima ( 1985 m. ) las nubes seguían
yendo y viniendo eran las 17.10 horas, aquí tenemos que decidir si seguir por
la cresta hasta la Paredina o volvernos, decidimos seguir se veía un camino
llevadero aparentemente, caminamos pegados a los cortados que te quitaban el
hipo cuando te asomabas, llegando a la cima una vez más las nubes nos envuelven
de nuevo, ya no se irían, fue una pena no poder disfrutar de la cima ( 1935 m.)
y nos toca la vuelta otra decisión a tomar o seguíamos el trak que nos llevaría
directo al collado de la Paredina donde se perdió el gps o nos tiramos “ pabajo
“ para buscar el sendero de ida , la visibilidad era cada vez más nula,
empezamos la “ bajadita “ vaya tela, el trak iba cresteando, cuando pisabas
tierra era de piedra suelta y para colmo no se veía a más de 40 metros, no
teníamos ni idea de lo que se nos iba avecinando, como dice la canción …..
despacito …… la bajada se hacía más penosa cada paso que dábamos y la niebla se
hacía más densa, el culo lo tuvimos que utilizar más de una vez, hasta que
apareció en un claro de la niebla el collado aunque cerca pero con muchísima
pendiente, pasamos del trak ya no valía el gps había que tener las dos manos
útiles y bajamos a nuestro aire, una hora y cuarto en bajar !!!!!!! a en el
collado nos sentamos un rato a comer algo y dejar las rodillas relajadas eran
las 18.45 horas teníamos una vuelta
larga pero cómoda ya que decidimos volver sobre nuestros pasos y dejar el Lago
para otra ocasión A las 21.15 horas
llegamos al coche con la niebla encima.DEDICATORIA
Quisiera hacer mención a aquellas personas de las que son parte de este blog, de las que tanto he aprendido en el mundo de la montaña…
A mi AMIGO “Manue” que fue el que me dio el primer empujoncito haciéndome mapas y croquis en hojas de papel (aun yo no tenía internet) todos las semanas le pedía consejo de dónde ir, así durante años y a día de hoy aún le sigo consultando, qué difícil es escucharle decir “ahí no he subido".
A Antonio Muñoz del cual aprendí, digamos que casi todo, fue quien me enseñó la sierra de las Nieves, a conocer sus rincones, a conocer los nombres de las montañas y con quien me estrené en Sierra Nevada.
A Valeriano, nunca he conocido a nadie como ÉL, cómo saber moverse sin mapa, sin GPS, no le hace falta ningún sendero y llega a una cima en línea recta, a día de hoy las rutas de ir como cabras le llamo “ruta de Valeriano”.
Y como no, me falta Javier, el Mariscal de las Montañas , el saber Estar , la paciencia , sabe leer un track como nadie , y el que a base de cabezonería logró convencerme de comprarme un GPS , y ponerme al día con su funcionamiento y al que sigo dando la tabarra una y otra vez.
También agradecer a Rafael Flores su interés cada vez que le pido un track o le hago alguna pregunta, siempre me ha respondido, con la curiosidad de que no nos conocemos personalmente aunque hace ya unos 7 años nos presentaron el Pilar de Tolox y como no a mi último colaborador en proporcionarme nuevas rutas, Juan I. Amador, rey del Jurásico
Y acabar, como no, con mi inseparable compañera Inma con la que llevo hechas a día de hoy 502 cimas distintas de 17 provincias diferentes y una de Francia. Y LAS QUE NOS QUEDAN, seguramente sin ella no habría hecho ni la mitad de la montaña que llevo, imposible encontrar a acompañante mejor.
Y lo mejor de todo que me ha dado la MONTAÑA es haber conocido a tan buena gente del Grupo de Montaña de Estepona , de La Bota Viajera de Málaga, del Grupo los 13 de San Roque y del Comando Preston.
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martes, 18 de septiembre de 2018
2018 - PICOS BLANCOS, CEBOLLÉU Y PEÑA PAREDINA
Dos días
después de la ruta del Cornón nos vamos a la bonita aldea de valle del Lago (
Asturias ) , teníamos ante nosotros la ruta más dura de las diseñadas para
estas vacaciones, el día amaneció con las nubes muy bajas y lloviendo,
esperamos un rato para ver que hacer, sobre las 11 dejó de llover y parecía
empezar a levantar, decidimos empezar caminando dirección al Lago del Valle lo
que en un principio sería lo último de la ruta, las cumbres donde nos
dirigíamos se empezaban a ver, al ser ya tarde tomamos la decisión de acortar
la ruta y dejar para otra ocasión la Peña la Chana, empezamos a ascender por la
derecha por el marcado sendero que te
lleva al lago, nos desviamos para buscar como llegar a enlazar con uno de los
traks, en un plis plas las nubes desaparecieron, ante nosotros aparecen una
imagen de “ película “ una bonita casa de piedra y tras ella las bonitas
siluetas de los picos los Esperones, seguimos en subida pasando una y otra vez
entre medio de vacas toros y mas vacas, llegamos a las Brañas de Murias Chongas
enclavadas en un espectacular valle, toda una gozada visual a la derecha las
grandes moles que forman la sierra de la Mortera y a la izquierda la Peña
Paredina que era nuestro último objetivo de la ruta, ya en el collado de la
Paredina nos percatamos por donde baja el trak, harto complicado, volvía a
bajar a la niebla y no podíamos ver por donde se pasaba ya que era sobre
piedra, aquí tuvimos el contratiempo de que se nos perdió el gps nuevo, nos
llevó media hora encontrarlo. Decidimos darle la vuelta a la Peña Paredina, las
vistas hacia Babia Alta ( León ) eran escalofriantes se amontonaban montañas y
más montañas, la subida empezaba a endurecerse, entramos en tierras leonesas,
ya vemos nuestros primeros objetivo Picos
Blancos y Cebolléu, cuanto más subíamos
más ganaban las vistas, llegamos a un collado donde se dividían ambas cimas,
empezamos por el más alto, la subida nos recordó a la de hacía dos días, Peña Penouta, por su dureza y por ir pegados a
la cresta, de nuevo las nubes avanzaban en nuestra dirección, fue llegar a la
cima y nos volvieron a envolver, iban y venían, cuando aclararon aprovechamos para echarnos las fotos, desde
Picos Blancos ( 2064 m. ) la belleza de las vistas era casi insuperable,
después de disfrutar de tan memorables vistas volvemos al collado subiendo al Cebolleú esta vez sí en fácil
subida retomamos tierras asturianas, en la cima ( 1985 m. ) las nubes seguían
yendo y viniendo eran las 17.10 horas, aquí tenemos que decidir si seguir por
la cresta hasta la Paredina o volvernos, decidimos seguir se veía un camino
llevadero aparentemente, caminamos pegados a los cortados que te quitaban el
hipo cuando te asomabas, llegando a la cima una vez más las nubes nos envuelven
de nuevo, ya no se irían, fue una pena no poder disfrutar de la cima ( 1935 m.)
y nos toca la vuelta otra decisión a tomar o seguíamos el trak que nos llevaría
directo al collado de la Paredina donde se perdió el gps o nos tiramos “ pabajo
“ para buscar el sendero de ida , la visibilidad era cada vez más nula,
empezamos la “ bajadita “ vaya tela, el trak iba cresteando, cuando pisabas
tierra era de piedra suelta y para colmo no se veía a más de 40 metros, no
teníamos ni idea de lo que se nos iba avecinando, como dice la canción …..
despacito …… la bajada se hacía más penosa cada paso que dábamos y la niebla se
hacía más densa, el culo lo tuvimos que utilizar más de una vez, hasta que
apareció en un claro de la niebla el collado aunque cerca pero con muchísima
pendiente, pasamos del trak ya no valía el gps había que tener las dos manos
útiles y bajamos a nuestro aire, una hora y cuarto en bajar !!!!!!! a en el
collado nos sentamos un rato a comer algo y dejar las rodillas relajadas eran
las 18.45 horas teníamos una vuelta
larga pero cómoda ya que decidimos volver sobre nuestros pasos y dejar el Lago
para otra ocasión A las 21.15 horas
llegamos al coche con la niebla encima.
























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