DEDICATORIA

Quisiera hacer mención a aquellas personas de las que son parte de este blog, de las que tanto he aprendido en el mundo de la montaña…

A mi AMIGO “Manue” que fue el que me dio el primer empujoncito haciéndome mapas y croquis en hojas de papel (aun yo no tenía internet) todos las semanas le pedía consejo de dónde ir, así durante años y a día de hoy aún le sigo consultando, qué difícil es escucharle decir “ahí no he subido".

A Antonio Muñoz del cual aprendí, digamos que casi todo, fue quien me enseñó la sierra de las Nieves, a conocer sus rincones, a conocer los nombres de las montañas y con quien me estrené en Sierra Nevada.

A Valeriano, nunca he conocido a nadie como ÉL, cómo saber moverse sin mapa, sin GPS, no le hace falta ningún sendero y llega a una cima en línea recta, a día de hoy las rutas de ir como cabras le llamo “ruta de Valeriano”.

Y como no, me falta Javier, el Mariscal de las Montañas , el saber Estar , la paciencia , sabe leer un track como nadie , y el que a base de cabezonería logró convencerme de comprarme un GPS , y ponerme al día con su funcionamiento y al que sigo dando la tabarra una y otra vez.

También agradecer a Rafael Flores su interés cada vez que le pido un track o le hago alguna pregunta, siempre me ha respondido, con la curiosidad de que no nos conocemos personalmente aunque hace ya unos 7 años nos presentaron el Pilar de Tolox y como no a mi último colaborador en proporcionarme nuevas rutas, Juan I. Amador, rey del Jurásico

Y acabar, como no, con mi inseparable compañera Inma con la que llevo hechas a día de hoy 502 cimas distintas de 17 provincias diferentes y una de Francia. Y LAS QUE NOS QUEDAN, seguramente sin ella no habría hecho ni la mitad de la montaña que llevo, imposible encontrar a acompañante mejor.

Y lo mejor de todo que me ha dado la MONTAÑA es haber conocido a tan buena gente del Grupo de Montaña de Estepona , de La Bota Viajera de Málaga, del Grupo los 13 de San Roque y del Comando Preston.

miércoles, 22 de julio de 2020

2020 - PUNTAL DE LA CALDERA Y JUEGO DE BOLOS




Tres años después hacemos una travesía por Sierra Nevada y la hacemos con el mismo personal de cuando fuimos al Caballo, Ana, Johanna, Zemi, Carlos, Juanmi y Pepe, nos faltaron tres.
A las 9.30 horas partimos de la Hoya de la Mora por la tortuosa subida hacia el refugio de la Carihuela donde paramos para reponernos de los 700 m. de desnivel y cargados hasta las trancas. Y como no, una vez retomado el paseíto pasamos por el paso de los Guías. Seguimos por la pista, a todo esto hacia una temperatura excelente. Volvimos a parar en el Collado de Loma Pelada, ya teníamos a nuestro destino estrella de la ruta, el Puntal de la Caldera. Continuamos hasta el Collado del Ciervo y aquí nos salimos de todo sendero, ya como mejor podíamos avanzamos por la curva a nivel hasta buscar por donde lo subimos Inma y yo cuatro años atrás. Aún quedaba algún nevero, pero poca cosa. Llegamos a un collado  y dejamos las mochilas. A partir de aquí empieza sin ninguna duda la más bonita subida de los tres miles de Sierra Nevada, el Puntal de la Caldera. Cada paso en la subida era para disfrutarlo, aunque no tiene  mucha dificultad técnica no puedes de dejar de mirar a donde pisas, el éxtasis definitivo llega cuando subes  a lo alto de la preciosa cresta, sin palabras!!!!!!!!!!, andamos por una pasarela de no más de medio metro de anchura, buuuuufff que pasada, aunque Inma y yo era la segunda vez que subíamos la disfrutamos como la primera y si a eso le uníamos el personal de primera categoría que llevábamos el disfrute se hacía mucho más grande. Amplísimo repertorio fotográfico, el lugar lo merecía y las nubes de evolución diurna les daban un toque mágico a cada foto.
Después de recrearnos en los 3222 m. de altura del puntal de la Caldera nos bajamos y comimos donde mismo teníamos las mochilas. Una vez acabado nos tiramos “topabajo” hasta alcanzar el tres mil más rojo de Sierra Nevada, el Juego de Bolos ( 3021 m.), impresionante panorámica del “Rey” y la “Reina”, es decir, Mulhacen y Alcazaba.
Y ya enfilamos directo a nuestro “hotel” la carga que llevábamos empezaba a ser un tostón. A las 18 horas llegamos a la quizás sea la más bonita laguna de la sierra, Laguna Larga, abrazada por los Crestones de Río Seco.  Por fin !!!!!!!! me pude quitar la p…. mochila. Tres tiendas montamos y hubo tres valientes que durmieron en el vivac, Johanna, Pepe y Juanmi. Una vez acoplados nos fuimos a la vecina laguna Gálbata a coger agua. En una amplia piedra como si fuera la mesa del Rey Arturo empezamos con el catering, salchichones, nada menos que tres cayeron, queso, tortilla, jamón, aceitunas y como no, dos botellas de vino, siempre rodeados de unas cuantas cabras que se nos acercaban al olor de la comida y así de cháchara hasta que cayó la noche, la temperatura seguía siendo muy agradable. Aunque a algunos le sonó a guasa les volví a recordar que a primeras horas de la mañana podría llover. Ya todos en la piltra a los señores que se quedaron fuera nos empezaron a dar lecciones de astrología, me da que jamás se habían fijado en una estrella hasta esta noche, que si la Osa Mayor, que si la Vía Láctea y lo mejor de todo es que hablaban como si de fueran de verdad, la noche empezó a convertirse en un jolgorio, niñatos !!!!!!!!!!!, no teníamos compasión de nuestros vecinos madrileños, Entre Pepe y Juanmi cogieron un mano a mano que a ver quien hablaba más, pobre Johanna, parecían Epi y Blas , más de una hora de cachondeo nos pegamos y cuando ya parecía que la noche iba a ser normal y nuestros anfitriones se callaron, llegó mi pronóstico del tiempo con una horas de adelanto, al fuerte viento se le unió como diría mi amigo Maldonado, lluvias dispersas, así estuvo hasta las 5 de la madrugada entre lluvias y fuerte vientos, a algunos le hubiera venido bien un traje de buzo.
A las siete de la mañana toca diana con un fortísimo viento que nos hizo tener que desayunar dentro de la tiendas, tocaba ir gastando la comida que quedaba así que nos jalamos el bizcocho que Ana llevaba, Pepe seguía comiendo filetes incluso en el desayuno, con razón el viernes  se quedaron en la Línea sin carne.
A las 9 echamos a volar y nunca mejor dicho dirección a uno de los más impresionantes rincones de la sierra, el Corral del Valdeinfiernos donde pasamos por su laguna, es de esos sitios que nunca me harto de pasar, el viento seguía arreciando de lo lindo, en una fuerte subida llegamos a otro de los miradores de lujo, el Collado de Veta Grande donde el viento se hacía aún más fuerte. Tras un leve respiro iniciamos la bestial bajada hasta las Trancadas del Guarnón, que está en pleno apogeo con un  bonito verdor y gran cantidad de flores. Seguimos por esos rinconcitos que siempre gusta de pasar, el Veredón Inferior, no lo puedo describir, hay que pasarlo. Ya arriba donde se encuentra el monumento a Susana la idea era de seguir bordeando los tajos del Campanario para poner un gran colofón a la ruta pero el fuerte viento nos lo impidió, así que derechito al barranco San Juan, a las 14 .30 horas llegamos a la Hoya de la Mora con una espesa calima, jamás había visto esto en la sierra.
Han sido 23 kms. y 1760 m. de desnivel de subida en total de los dos días. Hemos disfrutado posiblemente del mejor finde en la sierra, para nosotros ha sido un orgullo poder enseñarle a LA LEGIÓN INVENCIBLE la subida al Puntal de la Caldera. Y una vez más lo repito, en la montaña con ellos, al fin del mundo







































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