
Espectacular
e impresionante ruta la que hemos realizado por Sierra Tejeda, siguiendo el
trazado de la subida a la Maroma desde Sedella, pero con el cambio de que no
pensamos ni mucho menos llegar al techo de Málaga y si subir a tres montañas de
esas que casi nadie sube y nos iba a dar unas vistas que la Maroma no te da.
A las 10.30
horas partimos del coqueto pueblo de Sedella cruzando parte del pueblo en
dirección noreste bajamos hasta el arroyo la Fuente donde cruzamos por un pequeño puente
romano que no entiendo como esta tan
falto de mantenimiento con lo chico que es. El lugar tiene un algo muy
especial, bonito rincón donde los haya. Iniciamos el ascenso por el sendero de
la izquierda que nos llevará al abandonado cortijo de la Herriza. A partir de
aquí empieza una subidita de aupa, metidos en un pinar y con el trazado de la
senda perdido había que tirar de gps, muy dura la subida, apareció un guiri en
pantalón corto, manga corta y una pequeña mochila preguntando en un mal español
si iba bien para la Maroma, le dijimos que sí, intentó seguir pero metido en
aquel pinar y sin verse ningún sendero nos esperó y se vino detrás nuestra hasta
que vio un clareo y siguió “palante”, nos dimos cuenta que iba por el lado
opuesto al trak, lo perdimos de vista. Nosotros seguíamos subiendo, subiendo hasta que salimos a campo abierto,
aparece a nuestra izquierda el bonito Fuerte de Sedella que ya nos acompañaría
en casi todo el recorrido, la ascensión seguía siendo muy dura. Ya veíamos la
Casa Pilaricos hacia la que nos dirigíamos pero un único toro que allí había al
vernos se puso en guardia, al ver que tenía pinta de que nos iba a embestir ( y no sería la 1ª vez )
bajamos la loma para que no nos viera y así seguimos hasta pasar el cortijo al
cual me quedé con las ganas de echarle una foto de cerca. Ya estamos en la loma
Cuascuadra que vaya subidita que tiene, aquí Eolo empezó a pegar de lo lindo,
hasta los guantes nos tuvimos que poner, a mitad de la loma nos remetimos entre
unas grandes piedras y allí pudimos comer algo, frio, mucho frío nubarrones que
iban y venían la Maroma y toda su cuerda estaba totalmente cubierta. Mientras
comíamos vimos subir al guiri otra vez, retomamos la subida, ya más dócil, por un carril que nos llevaría las Llanadas de
Sedella, precioso lugar de esos que te quedarías un buen rato, el viento pegaba
de lo lindo, dirección este teníamos el cerro Santiago al que subimos hace unas
semanas, el Malascamas, Albucaz, sierra Almijara se escondía y aparecía entre
los nubarrones. Nos volvimos a ver con el guiri que estaba sentado, nos dijo
que iba a comer y que se volvía, le dimos a entender que con la niebla , el
frío y la poca ropa que llevaba no era buena idea seguir, menos mal que fue
inteligente, nos percatamos sus piernas estaban ensangrentadas, a saber donde
se había metido, se lo comieron las aulagas. Seguimos camino y nos metemos en
un sendero que va bordeando el impresionante barranco del arroyo del Cerezo, te deja cautivado, una maravilla de la
naturaleza, en una zigzagueante subida pasamos a la otra vertiente donde
aparece el Valle del Temple, alucinantes vistas. Llegamos a otro de esos
rincones con magia, la Tacita de Plata, donde hay un pequeño pilar natural donde se puede coger
agua, por encima hay una oquedad que sirve para el vivaqueo, seguimos nuestro
camino y ya vemos nuestras dos elevaciones donde queremos subir, divididas por
un collado.
Empezamos la
subida al de la izquierda, a mi entender se llama Nido del Aguila y en el mapa
viene como cerro de la Tacita de Plata ( 1887 m. ), en una pequeña trepada
llegamos a lo más alto, con vistas hacia el Salto del Caballo y a los arroyos
del Espartal, Presillejos y Solana. Eran las 15.15 horas, empezamos a dudar si
subir a nuestro siguiente objetivo, pero…. Ya que estábamos aquí….nos remetimos
entre unas paredes pasando por un bonito rincón hasta llegar a lo más alto del
Morrón ( 1888 m. ), autentico espectáculo visual en los 360 grados, grandiosas
vistas, un enclave único, para deleitarse, es decir no hace falta subir a la
Maroma y más cuando ya la has subido varias veces, no saben los que pasan por
aquí de lo que se pierden al no subir, bajamos para dirigirnos al camino de
vuelta bajo el Tajo del Volaero, a simple vista, acojona, entre grandes
paredones vemos la verticalidad de la bajada, con toda la precaución y tirando
de trak nos metemos en un sorprendente zigzagueo
que si no te despistas se lleva bastante “ bién “. La bajada era un
“flipe” tanto cuando mirabas hacia abajo como hacia arriba. Una vez fuera del
atolladero empezamos a aligerar el paso, se nos echaba la noche encima, al no conocer
la vuelta y después de la mala experiencia de los Alayos no queríamos más
desagradables sorpresas. De frente teníamos al Fuerte al que llegamos a su base
a las 18.30 horas, volvimos a desafiar al reloj y como no, subimos a esta esbelta atalaya sobre el
pueblo de Sedella ( 1503 m.), volvimos sobre nuestros pasos al collado de la
Jilana y una vez pasamos por un tramo donde el sendero esta poco transitable aligeramos
nuevamente el paso, hasta que llegamos al collado de la Monticara, eran Las
19.15 horas, aquí nos quedamos más tranquilos cuando vimos un cartel que ponía
Sedella-Maroma, ya sabíamos que lo que nos quedaba era oficial, pero aún así no
nos fiábamos, vamos por una pista, el trak va acortando por empinadísimos
cortafuegos que al haber llovido días atrás hincaban bien los bastones, entre
cortafuego y cortafuego se no echo encima la noche cerrada, lo mejor fue
encontrar balizas de la gran senda de Malaga lo que nos corroboraba que no nos
íbamos a dar con ninguna valla . Eran
las 20.10 horas cuando pasamos por la casa del Molino, en 20 minutos entramos
al pueblo y a las 20.45 horas en el coche.
Hoy si nos
ha salido una ruta perfecta, preciosa sin lugar a dudas la subida más bonita a
la Maroma, bueno para el que suba a la Maroma
Han sido 10
horas con desnivel de subida acumulado de 1615 metros y 20 kms.
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