Casi tres años después volvemos a la que quizás sea la sierra de Málaga más agreste y espectacular, sierra Almijara.
Nos vamos a Pto. Blanquillo donde esta vez he encontrado la pista mejor que nunca para el coche, aún así sigue estando horrorosa.
A las 10 horas empezamos dirección sur la bajada hasta el Collado del Hornillo, antes de llegar nos topamos con la bifurcación del sendero que en bajada y en dirección sur te lleva al cortijo del Daire, este sendero será nuestra vuelta, cogemos el que va dirección este hasta dicho collado y desde aquí iremos entre subes y bajas bajo los imponentes Tajos de la Mota, este tramo ya lo conocíamos, con un poquito de calor para las fechas que estamos, llegamos al puerto del Daire, desde aquí tenemos a la vista a la que sin duda son las dos montañas más señoriales de esta sierra, el Lucero y el Cisne al este, al sur se veía Torrox Costa y el cerro de las Tres Cruces y al sur el cerro Verde, la Atalaya, cerro Gavilán y la Cruz de Canillas. A partir de aquí cambiamos de rumbo y ahora vamos dirección este, vamos de estreno en busca de la Cresta de los Civiles, donde una cadena y una cuerda al final te ayudan a pasar por este entretenido y bonito paso. Ya arriba empezamos a deliberar si seguíamos o no con el trazado que llevamos, eran las 13.30 horas y teníamos que perder nada menos que 700 metros de desnivel hasta la pista que te lleva al Daire. En esto un grupo que viene de subida, nos dijeron que se podía tardar unas dos horas en bajar. Curiosamente esta persona fue con su grupo los que colocaron la cadena seis años atrás. Decidimos seguir nuestro trayecto entre pinos por un estrecho pero marcado sendero, bajábamos y subíamos constantemente, hasta que salimos a un espacio abierto donde ya a lo lejos se ve nuestro carril y el majestuoso Cisne con su arbolito en medio de sus dos cimas. Ahora se endurecía la bajada por un degradado terreno. Montaña pura y dura, las vistas te deleitaban, la belleza de la mole de los Tajos de la Mota te dejaba atónito cuando los mirabas, sin duda alguna era para deleitarse. Pasamos por el derruido cortijo del Mirlo, continuamos la bajada, llegamos ya a un sendero “normal” y despejado, por fin, cerquita teníamos ya el carril, hasta que…¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡horror ¡!!!!!!!!!, aulagas !!!!, si aulagas, invadían nuestro paso, nos persiguen allá donde vamos, por si no tuvimos bastante con la Palmitera ….
Nos queda avanzar entre ellas unos 200 metros, algunas nos superan en altura, menos mal que el sendero aunque tapado está limpio y ya casi al final y pegado al arroyo las zarzas se unen a la fiesta. Salimos por fin al arroyo de Zarzadilla que traía una limpia y fría agua donde llenamos una botella con el filtro y aprovechamos para refrescarnos, eran las cuatro de la tarde, buena hora y el calor se paró un poquito por la leve brisa que se levantó. Estamos encima de la pista que en cinco minutos nos lleva al cortijo del Daire, a saber cuánta gente ha pasado por allí, qué vida llevarían, pero qué listos que eran los que construían estos cortijos, vaya enclaves que tienen todos esos que vemos a menudo derruidos por todas la sierras . De seguida dejamos la pista y dirección norte siguiendo la baliza de la gran senda de Málaga, retomamos otra vez una subida, cuando miro hacia arriba, al tajo de la Cueva del Daire veo un mar de aulagas, que cierran toda la parte baja de los tajos. Nos quedan 350 m. de desnivel para llegar a Puerto Blanquillo. Lo que parecía que iba a ser un final feliz se truncó, aulagas sobre el sendero !!!!!!!!!! que casi cierran el paso y eso que es de la Gran Senda de Málaga. Y por fin llegamos al cruce con el que nos topamos a la ida. En 20 minutos llegamos a Puerto Blanquillo eran las 17.40 minutos.
Ha sido sin duda una ruta rompe piernas pero a la vez gratificante de las que todo montañero debe tener en su curriculum.
Han sido tan solo 11 kms. Realizados en 7 horas y 35 minutos. Pero con desnivel acumulado de subida de 1000 metros, una pasada
























 
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