CUMBRES: 2018 - VELETA

DEDICATORIA

Quisiera hacer mención a aquellas personas de las que son parte de este blog, de las que tanto he aprendido en el mundo de la montaña…

A mi AMIGO “Manue” que fue el que me dio el primer empujoncito haciéndome mapas y croquis en hojas de papel (aun yo no tenía internet) todos las semanas le pedía consejo de dónde ir, así durante años y a día de hoy aún le sigo consultando, qué difícil es escucharle decir “ahí no he subido".

A Antonio Muñoz del cual aprendí, digamos que casi todo, fue quien me enseñó la sierra de las Nieves, a conocer sus rincones, a conocer los nombres de las montañas y con quien me estrené en Sierra Nevada.

A Valeriano, nunca he conocido a nadie como ÉL, cómo saber moverse sin mapa, sin GPS, no le hace falta ningún sendero y llega a una cima en línea recta, a día de hoy las rutas de ir como cabras le llamo “ruta de Valeriano”.

Y como no, me falta Javier, el Mariscal de las Montañas , el saber Estar , la paciencia , sabe leer un track como nadie , y el que a base de cabezonería logró convencerme de comprarme un GPS , y ponerme al día con su funcionamiento y al que sigo dando la tabarra una y otra vez.

También agradecer a Rafael Flores su interés cada vez que le pido un track o le hago alguna pregunta, siempre me ha respondido, con la curiosidad de que no nos conocemos personalmente aunque hace ya unos 7 años nos presentaron el Pilar de Tolox y como no a mi último colaborador en proporcionarme nuevas rutas, Juan I. Amador, rey del Jurásico

Y acabar, como no, con mi inseparable compañera Inma con la que llevo hechas a día de hoy 502 cimas distintas de 17 provincias diferentes y una de Francia. Y LAS QUE NOS QUEDAN, seguramente sin ella no habría hecho ni la mitad de la montaña que llevo, imposible encontrar a acompañante mejor.

Y lo mejor de todo que me ha dado la MONTAÑA es haber conocido a tan buena gente del Grupo de Montaña de Estepona , de La Bota Viajera de Málaga, del Grupo los 13 de San Roque y del Comando Preston.

domingo, 9 de diciembre de 2018

2018 - VELETA

Según las previsiones meteorológicas no era el día apropiado para subir al Veleta por el hielo, pero como ya lo teníamos todo previsto, íbamos a probar a ver que tal…Desde la Hoya de la Mora a las 10.20 horas Ana, Martina, Inma, Zemi y el que escribe con crampones y piolets desde la salida del albergue universitario empezamos la subida dirección al Veleta, el día estaba espléndido unas nubes lenticulares adornaban el cielo, era impresionante cuando mirabas hacia el Veleta y veías como brillaba la nieve, más bien, el hielo, para empezar los crampones clavaban de maravilla, que gustazo poder andar sin hundirte lo que nos hacía la subida bastante más llevadera, media hora llevábamos y tuvimos ya que desprendernos de ropa de abrigo. Llegando a las Posiciones del Veleta oíamos a gente pedir una cuerda, mira por donde a Ana y a Zemi se les ocurrió de echar una de 30 metros. Había atrapado en una cornisa de las paredes del Veredón Superior una persona, dos de su grupo junto Ana, Zemi y Martina acudieron a echarles una mano para lanzarle la cuerda, Inma y yo nos quedamos más abajo y pudimos ver y oir a la persona atrapada, nosotros hacíamos de enlace entre los que echaban la cuerda y el afectado ya que lo veíamos todo y podíamos comunicarnos con El, hasta tres intentos de lanzarle la cuerda para que le llegará, cuando la tuvo bastante cerca se la “jugó” para poder alcanzarla, yo no quería ni mirar, por suerte pudo salir ileso de allí cosa que no le ocurrió a uno de sus compañeros que cayó 200 metros al vacío, ahora entendíamos porque el helicóptero daba vueltas sobre el Corral el Veleta, ya podéis imaginar cómo estaban estas tres personas sabiendo que la caída de su compañero tenía muy mala pinta.

Eran las 14.30 horas la nieve seguía estando en muy buen estado para poder continuar hacia el Veleta directamente, mientras subíamos alucinaba viendo a la gente de esquiar tan cerca, vaya atracón de subida !!!!!!!, creía que se me salía un pulmón, hacía tal día que incluso nos pegamos el lujazo de comer sentado en el vértice geodésico.

La bajada fue de las más placenteras con una puesta de sol impresionante.

Ya abajo en el albergue universitario nos enteramos que la persona que cayó por el veredón, falleció